Yo acuso al Estado, al Gobierno central, gobiernos autonómicos, poder legislativo, diputaciones, Ministro de Sanidad, Consejeros de Salud, partidos políticos y muchos, muchos altos cargos que cobran puntualmente de todos nosotros.
Los acuso de haber puesto en peligro la salud de miles de españoles, los acuso de cobardía, de retrasar la alarma, de no prepararse para la pandemia, de ignorar los consejos de los científicos, de malgastar millones de euros, de no evitar el contagio de los ciudadanos, de volver la vista a otro lado cuando en países vecinos se declaraba el cierre preventivo, de mentir a la opinión pública, en definitiva, de arriesgar la salud de miles de españoles.
Salvador Illa, Ministro de Sanidad, decía el 14 de Febrero:”Nuestro único objetivo es garantizar la salud de los ciudadanos (…) si hubiéramos visto el mínimo riesgo para la salud publica hubiéramos actuado de otra forma», el 27 de Febrero aseguraba «que el trabajo de contención está funcionando y que si se siguen las advertencias sanitarias, no hará falta activar ningún plan de emergencia”. Y ya el 9 de marzo hablaba de «contención reforzada”, cuando la “propagación del virus era imparable y subíamos rápidamente en el ranking de países infectados. Si hubieran decretado las medidas que se han tomado en los países que si han controlado los brotes no estaríamos duplicando el número de infectados cada 48 horas.
¿Por qué no se compraron respiradores? ¿Por qué no se ampliaron las camas de uci? ¿Por qué no se contrataron más sanitarios? ¿Por qué no se implementaron medidas para evitar el contagio? ¿Por qué se permitieron aglomeraciones horas antes de decidir qué eran peligrosas?¿Por qué no se han impreso guías para evitar contagios?
Esto está por encima de colores políticos, el fracaso de la contención es el fracaso de la clase política y por ende del Estado. Y después de demostrar su incompetencia nos pedirán que cedamos mas libertad para brindarnos una seguridad irreal. A estas alturas confiar en el Estado como garante de la salud es un error que muchos volverán a cometer una y otra vez.
Danilos.
Muy bien
Corea del Sur o Alemania son los ejemplos, no la dictadura China.
Lo primero, cuando aún no sabes la gravedad del virus, decretas las restricciones de movimiento (grandes concentraciones), y las medidas de contención (mascarillas, guantes, para no contagiar – Australia ha entregado 1 millón a su población de sus reservas para emergencias. Por cierto, ¿Tendremos nosotros reservas para emergencias?), y haces pruebas a mansalva, a la mínima sospecha (y no sólo a los casos más graves). Eso te sirve para valorar la peligrosidad real del virus.
Y… levantas las restricciones.